Prometí una crónica de cada sesión formativa en la Gira Mujeres de Coca- Cola e Impact Hub y, aunque tarde, aqui estoy. Aprovecho este espacio en mim web para resaltar lo difícil que es seguir formándose mientras tienes un proyecto de emprendimiento o un negocio en marcha porque todo tu tiempo, sin exagerar, se invierte de forma prioritaria en él. Esto no es una queja, es una realidad, pero como ya llevo varios años me apaño como puedo (muchos cursos offline, muchos ratos robados al sueño) y mas o menos lo consigo. Aprovecho mi propia reflexión para solicitar una sesión formativa que solo se base en el TIEMPO como producto, como servicio, como clave, como tesoro. Sería inigualable.
En el segundo encuentro virtual en la Gira Mujeres hablamos de VENTAS con Mertxe Idoate. Es un tema que me parece muy espinoso para mi trabajo porque en otras formaciones me ha costado que se entendiera que nos dedicamos a contar cuentos como producto, pero también a formar a otros, a ofrecerles propuestas creativas, diseñar materiales de animación lectora innovadores… Es difícil definir un solo producto y mas hacerlo tangible, pero aun asi no me rindo. Vendemos palabras, historias, experiencias, ideas y a cambio encontramos clientes que nunca definiríamos como tal porque con ellos acabamos formando una comunidad de lectores, una familia curiosa que no para de crecer y se aleja un poco de la idea de negocio aunque vivamos de esto.
Una de las claves que señaló Mertxe es la RENTABILIDAD. Y compartió tres fases para el emprendimiento que nosotras podemos afirmar haber cumplido (con creces9 y que me parecen muy útiles. Aqui van:
- Fase de lanzamiento: pones en marcha tu negocio (startuo del libro y la creatividad), validas tu idea (te dejas la piel por toda España intentando que la gente conozca la forma de trabajar al principio con propuestas gratuitas y después ya de pago) y encuentras a tu cliente ideal. ¿Cuál es el nuestro? Os lo confieso: LAS PERSONAS, no la gente ni las instituciones ni ningún colectivo específico. Nosotras encontramos el punto clave en personas individuales que apostaron por nuestro trabajo porque creían en él y lo llevaban al cole donde trabajaban, porque sentían curiosidad y empezaron a participar en los talleres, porque eran lectores y querían contagiar este placer a la gente que le rodeaba. Asi que ellos, cada uno de ellos ha sido siempre la clave. Por eso fuimos tan despacio, siempre, porque trabajábamos con personas y no con gente.
- Fase de escalado: identificado el camino de ventas hacia el cliente, integramos y establecemos procesos que generen rentabilidad. Este ha sido sin duda el paso más complicado porque no paramos de abrir nuevas líneas de trabajo en función de las peticiones que nos hacía cada persona y no llegábamos nunca a rentabilizar ni la inversión ni el esfuerzo. Al principio era el caos: tres sesiones de bebés en la misma tarde, un curso de tecnología y lectura, después cuentos en el aula, mas tarde sesiones de animación en bibliotecas, luego también adolescentes… nos pudo la pasión y la ilusión y fue un error porque quemamos muchísima energía y tiempo sin llegar a definir nuestra idea con claridad. Aun así, ese esfuerzo demostró con creces el potencial de la lectura en cada espacio y nos dio la credibilidad que nuestro trabajo necesitaba. Fue duro, y poco rentable, pero lo conseguimos.
- Fase de crecimiento: seguir creciendo para evitar agotar nuestro producto o mercado La innovación es el elemento clave y, como ya lo hicimos en la fase anterior, pues eso que llevamos ganado 🙂 Siempre se puede crecer mas, pero ahora lo hacemos con cabeza y hemos aprendido incluso a decir no y elegir las áreas de crecimiento en función del esfuerzo y del tiempo. Hablamos de ello en la sesión anterior pero no está de más recordar que detrás de cada emprendedor, hay una personita llena de dudas, de miedos, de incertidumbre y de otras cosas que no tienen nada que ver con su negocio que no pueden quedarse siempre atrás por sistema. Es un equilibrio, dificil, pero necesario.
Y al escuchar a Metxe con los elementos clave que menciona, de repente recordé muchas experiencias vividas que se me habían olvidado. Por ejemplo que un elemento básico como el MODELO DE NEGOCIO que todo el mundo debería hacer al comenzar con un proyecto, nosotras los hicimos después de tres años, gracias a un programa del Ayto de Salamanca dentro de su oficina de Apoyo al Emprendedor. Allí conocimos a David, nuestro tutor, que alucinaba con que tuviéramos un negocio en marcha que funcionaba y era rentable sin habernos puesto nunca a reflexionar sobre todos esos elementos tan importantes. Cuando él llegó, el trabajo funcionaba pero personalmente estábamos hechas un lio porque poníamos nuestra vida entera al servicio de la empresa y nos estaba pasando mucha factura sin conseguir la rentabilidad deseada.
Nunca hicimos una investigación de mercado. Tampoco valorábamos si nos salía rentable mantener un cliente en Valladolid, siendo de Salamanca. A nosotras nos bastaba con que alguien quisiera trabajar con nosotras y por eso viajamos a todos los pueblos de Zamora, descubrimos gente maravillosa en cada colegio, hicimos proyectos increíbles con Fondos Feder, y hasta viajamos a Chile a compartir nuestras ideas lectoras. Pero nos llevó varios años pensar en lo que hacíamos con tanta pasión e ilusión como una empresa. Es decir, valorar ingresos y gastos, rentabilizar esfuerzos, decir no. Gracias David, si me lees, porque nos salvaste la vida. Y gracias también al Ayuntamiento de Salamanca y a Carlos Polo, de la Oficina de Emprendedores, porque siempre nos han ayudado un montón, a nosotras y a cualquier otro que busque herramientas para sacar adelante su negocio.
Escuchar esta sesión me ha ayudado a ver con perspectiva todo lo que hemos trabajado y cuánto hemos aprendido en este camino, Y lo que nos queda, pero sabiendo que con ayuda y con propuestas como estas vamos en la dirección adecuada. Como anécdota os diré que en una presentación que llevamos a los cursos con las claves de nuestro trabajo, he descubierto muchos de los términos clave pronunciados por Mertxe y me sentí orgullosa de haber llegado a conclusiones similares sin ser ni muchísimo menos una experta, tan solo con la experiencia.
Me ha resultado muy útil esta sesión por identificar distintas líneas de trabajo que ya realizamos sin ponerles nombre. Tenemos un montón de clientes fidelizados que nunca han sido clientes para nosotras, sino seguidores, que no dudan en poner un comentario positivo sobre nuestro trabajo o en recomendarnos a otros. Y a veces incluso recibimos sorpresas agradables, como una llamada de un programa de la televisión que nos ha descubierto gracias a Internet (bendito tiempo invertido compartiendo todo a través de la web y de redes sociales) y así un día estamos en “Un país para leerlo” de La2.
Tenemos fans, si. Y lo decimos muy orgullosas. Tenemos tanta gente bonita cerca que nuestra empresa se ha convertido en una comunidad. Y una comunidad nunca para de crecer mientras haya gente en ella que la impulse. Asi que GRACIAS, y ¡SEGUIMOS!