Os traemos un post muy especial de la mano de Rebeca Martín que, junto con Soraya Herráez, forma parte un proyecto que nos encanta y que no es la primera vez que habita este blog. Sí, hablamos de unpuntocurioso.com y esperamos que lo disfrutéis tanto como nosotr@s.
Decía Carmen Martín Gaite que el Campo de San Francisco estaba lleno de historias. Y no se equivocaba. Históricamente ha sido un espacio de referencia en Salamanca por dónde paseaban los enamorados, se reunían las familias, acudían a recoger agua de la fuente cuando el agua no llegaba a las casas y a leer bajo la sombra de los árboles, como hacía la propia Carmen.
Del campo abandonado que fue en el siglo XVIII pasó a convertirse en plaza de toros, cosas de la vida y de las aficiones populares. Luego en el XIX apostaron por llenarlo de árboles y fue así como llegaron los 600 álamos. Ese paseo se convirtió en refugio de los salmantinos que buscaban un remanso de paz, un encuentro de amor o simplemente acudían a por agua a la fuente, que se convirtió en centro de cotilleos, historias, vidas. Entre ellos, Miguel de Unamuno, que encontró en sus paseos la inspiración para escribir sobre la Salamanca a la que amaba.
Unamuno dijo del Campo de San Francisco:
El cuerpo canta;
la sangre aúlla;
la tierra charla;
el mar murmulla;
el cielo calla
y el hombre escucha.
Y no se equivocaba.
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