Últimamente vuelve a la actualidad el tema de la educación bilingüe en España debido a diversas causas: posiblemente por los cambios políticos que se avecinan y siempre tienen a darle la vuelta a la educación; o porque en el fondo, muchos intuimos que el sistema así no funciona y ha llegado el momento de dar respuestas.
Sin ir muy lejos, las palabras de esta bloguera, educadora infantil y futura pedagoga, arrojan mucha luz sobre el funcionamiento actual de los centros educativos bilingües: “Lo único que consigue el Sistema Educativo, es que los alumnos pierdan el interés por aprender y se sientan tristes porque se aburren al no comprender nada en clase. (…) Con este programa, los centros educativos no van a formar a estudiantes bilingües. No van a conseguir que los alumnos disfruten el idioma (que es en lo que debería consistir una educación así), y mucho menos que lo asimilen. (…)Un idioma nuevo, jamás debería aplicarse de esta manera. No consiste en dar una asignatura en inglés. Consiste en introducirlo a través del juego, de forma práctica, con actividades que diviertan a los niños, que fomenten su creatividad e imaginación.” Podéis consultar el artículo completo en este enlace.
En ocasiones anteriores nosotras hemos compartido nuestra opinión respecto al bilingüismo y todos los miércoles la apoyamos con nuestro trabajo. No formamos a niños bilingües, sino que disfrutamos ideando actividades y compartiendo lecturas que hagan a los niños felices. Sin más. Independientemente si lo son en inglés o en castellano. El objetivo va mucho más allá del aprendizaje y se centra exclusivamente en disfrutar la comunicación. Escuchar, hablar, leer y escribir algo que nos gusta. Entenderlo. Crear nuestras propias versiones. Contarlas. Y compartirlas.
Como apoyo a este línea actualmente colaboramos con la Fundación Salamanca Ciudad de Saberes y todos los martes acudimos a colegios de la provincia para compartir historias en inglés que salen de las nubes, descansan en una cuerda de tender o se esconden en un avión. Nunca se sabe.
Además, la última propuesta que hemos lanzado, Fingerplays, pretende convertirse en una publicación interactiva con canciones, poemas e historias en inglés que llegue a todos los hogares o centros educativos y permita a pequeños y mayores disfrutar de ritmos y movimientos en lengua inglesa mientras comparten momentos únicos. Podéis consultar más información en el siguiente enlace.
En definitiva, y volviendo al tema que nos ocupa, ojalá la necesidad de comunicarnos pasase por encima de ideas políticas, instituciones públicas o privadas, cuestiones de prestigio o reformas educativas. El objetivo de la educación no debería ser el pluralismo lingüístico ni conocer el nombre de los minerales en inglés. No. Que no se nos olvide que uno de los principales objetivos de la educación debe ser ampliar las ventanas por las cuales vemos al mundo, para poder disfrutar de él y comunicarnos, sea en la lengua que sea.