Niños que son especiales en libros que no son normales

Ser niño no siempre es fácil, y por eso hacen falta estas lecturas que ponen ante nuestros ojos carencias, problemas, trastornos y situaciones difíciles en la infancia sin esconderlas.

Desde el convencimiento de que la lectura es esencial para el desarrollo del niño, hay libros, cada vez más, que quieren mostrar la infancia tal y como es, con todas sus posibilidades. Los protagonistas de algunas de estas historias no saben qué les pasa, pero quieren compartirlo; otros, conocen perfectamente su situación, pero no encuentran soluciones. Es el que lee el que tiene que hacer el proceso de interiorización e identificación. Es el lector quién a partir de las imágenes y los textos debe de entender el mensaje de una manera inequívoca.  A continuación se ofrece una selección de libros ilustrados con niños muy especiales en libros que no son normales.

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Por ejemplo, los Superhéroes, de Roberto Aliaga, parecen niños con poderes especiales que van a una escuela de héroes pero precisamente su fuerza reside en sus carencias, y es ahí donde la historia pasa del plano ficticio al realista. El tono humorístico que utiliza el autor para presentar las discapacidades de Susi, Johnny y Andrea, entre otros, le da un valor añadido a la historia. En realidad, son niños “super”, son más que niños. Pero no hay sensiblerías ni concienciación ni moralejas en este cuento ilustrado. Al contrario: el autor tan solo explota la capacidad de imaginar lo que cada uno quiere ser, independientemente de lo que la vida haya querido que sea.

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Eso es precisamente lo que le pasa al protagonista de El Cazo de Lorenzo, de Isabelle Carrier: que no entiende por qué no es un niño normal. Bueno, no, Lorenzo es un niño normal pero está enganchado a un cazo. Por eso no siempre puede jugar con los otros niños ni correr tan rápido como ellos… porque el cazo se le engancha. Y entonces se enfada y grita y pega. Pero el cazo sigue ahí. Para el pequeño lector, este libro habla de una situación absurda que condiciona al niño protagonista pero es capaz de superarla gracias a la ayuda de otros. Para el lector adulto, esta es una historia sobre la discapacidad contada en clave de humor. Sin que los dos hagan las mismas inferencias del texto, el resultado de la lectura es el mismo: conmueve.

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También conmueve la visión que Miguel Gallardo presenta de su hija en María y yo, la novela gráfica que le dedica. En ella, el autor nos explica cómo convive con el autismo a través de las sensaciones que le transmite María, presenta imágenes sencillas que reducen a viñetas el día a día de alguien al que le cuesta comunicarse, pero necesita hacerlo, como el resto. Algo similar ocurre con Mariluna, de Ana Tortosa. Una niña de ojos grandes que lo observa todo como si quisiera extraerle la esencia, aunque luego sea incapaz de comunicarla. Es su entorno el que debe de entenderla, de ver más allá de su silencio y profundizar en el interior de sus pupilas.

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Aunque también hay niños protagonistas que sienten las cosas, pero ni pueden verlas. En Nuevos colores, de Fran Nuño, se trata con mucha delicadeza el tema de la discapacidad visual y cómo, a pesar de carecer de visión, el protagonista de la historia posee su propio mundo e imagina sus propios colores. Algo similar a lo que sucede en El Libro negro de los colores, una obra que transmite sensaciones a través de la ausencia de color y la preponderancia del tacto.

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El color es, precisamente, lo que diferencia al “esqueletito” protagonista de Croc-croc, de Stephane Levallois, y es esa diferencia la que finalmente le ayude a integrarse con el resto de compañeros de la escuela. Diferente es también Juul, de Gregie de Maeyer, y en este caso su diferencia le hace sufrir la crueldad del resto. Una crueldad desmedida que sorprende al lector y le hace reaccionar, ¿existe un Juul? Si, claro que sí. Puede que exista.

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Habrá muchos que piensen que la literatura, y fundamentalmente la literatura infantil, no debe ser juzgada por sus valores pedagógicos. Si bien es cierto, no hay que desmerecer el poder terapeútico de algunas obras del género, que no pretenden ofrecer normas de conducta: su intención es sensibilizar al pequeño lector respecto de asuntos cruciales como el respeto de los otros y sus diferencias.