Hace mucho, muchísimo tiempo que Olga trabaja en el kiosko. Quizá demasiado. Siempre saluda sonriente a sus clientes habituales y sabe exactamente lo que necesita cada uno.
Con este inicio tan prometedor Anete Melece, la autora de “El kiosko”, publicado por Libros del Zorro Rojo, nos permite meternos de lleno en el pequeño mundo de Olga que está lleno de revistas, de periódicos, de palabras y de sueños. Porque cualquiera que recuerde el tamaño de uno de esos locales o que haya trabajado en ellos, sabe que la rutina se estructura en torno a las rutinas de los que se asoman a comprar, saludar, preguntar, conversar. Y Olga es feliz con eso hasta que se da cuenta de que los límites del kiosko se han convertido también en los límites de su mundo. A partir de un accidente fortuito ¡su vida da un vuelco! Y decide que, si se esfuerza, podrá cambiarlo todo sin renunciar a nada. Ella, una nueva vida, y su kiosko.
Esta magnífica historia destaca por las ilustraciones y nos muestra la maestría de Anete Melece a la hora de narrar a través de la imagen. Lo más curioso de todo es que la autora primero creó el cortometraje del mismo título “The Kiosk” y después se tomó su tiempo para convertirlo en un libro, con la intención de que el cambio de formato no convirtiera a la obra impresa en una “copia barato de la película sin sonido y movimiento”. Y lo consiguió, demostrando el inmenso poder de la composición, el juego de tamaños, los distintos niveles de lectura que ofrece una ilustración bien cuidada. La apuesta de Libros del Zorro Rojo por traducir esta obra maestra al castellano es un ejemplo mas de su impecable labor editorial (no hace falta observar nada mas que la cubierta convertida a su vez en la ventanilla del pequeño negocio de Olga)
¿El lector al que se dirige? Buena pregunta. Quizá un libro como este necesita a un lector como tu, que tienes ya curiosidad por abrirlo; o a lo mejor busca a un pequeño que tenga ganas de reír con la historia de Olga; posiblemente enganche a alguien que busque un cambio de vida; o emocione a una persona que lleve toda la vida dedicada a su negocio. La calidad no entiende de edad. Un solo libro ¡millones de lecturas posibles! ¡y todas te están esperando en “El kiosko”!