Si existe una primera lectura, enfocada a sorprender al lector con una historia; una segunda lectura en la que se valoran los detalles y se descubren otros matices, entonces en la TERCERA LECTURA se puede disfrutar con tiempo del poder de las palabras y hacerlas propias a través de la experiencia de vida.
Siempre se ha hablado de la importancia de animar a leer para despertar la imaginación, adquirir vocabulario, acceder a otras culturas, ser más críticos… pero numerosos estudios de la Sociedad Española de Neurología afirman también que “la lectura es una de las actividades más beneficiosas para la salud, pues estimula la actividad cerebral y fortalece las conexiones neuronales y, además, incrementa la reserva cognitiva, que preserva el buen funcionamiento de nuestro cerebro cuando envejecemos y actúa como factor protector ante los síntomas clínicos de las enfermedades neurodegenerativas, entre las que destaca la enfermedad de Alzheimer”.
Nos gustaría explorar estos beneficios de la lectura en la Tercera Edad por eso desde aquí os invitamos a compartir historias en voz alta con los más mayores de la casa, conocer otros géneros como el álbum ilustrado que ayuden a descubrir también el potencial de la imagen a la hora de narrar…
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