En la vida hay muchos puntos de vista, puntos seguidos, punto y aparte, puntos de fuga, de cruz, de amarre; puntos de información, otros que son clave pero solo hay un Punto de Cuento.
Y es el que llevamos mimando y haciendo crecer desde hace cinco años. Cuando comenzamos a trabajar con familias y bebés desde seis meses a tres años teníamos claros que aprenderíamos con ellos: leeríamos sus gestos, sus reacciones, sus sonrisas, y las de sus padres. Y con todo ese aprendizaje más el que devoramos a diario en libros y manuales, hemos construido un programa que se sustenta en la emoción y la lectura como vía de comunicación imprescindible entre el niño y el adulto incluso antes de saber leer.
Punto de Cuento es la base de nuestra metodología de trabajo y compartir tardes de enseñanza y aprendizaje con todas las familias que deciden sumarse al programa, tanto en nuestra sede de Salamanca como en la de Jaca o en las bibliotecas de Villamayor o Cabrerizos, es un auténtico regalo.
Asi que una vez más terminamos el día con una de las palabras más mágicas y que adoramos pronunciar: GRACIAS.