Una anécdota persa muy antigua muestra al narrador como un hombre aislado, de pie en una roca cara al océano. Cuenta sin descanso una historia tras otra, deteniéndose apenas un momento para beber, de vez en cuando, un vaso de agua.
El océano, fascinado, lo escucha en calma.
Y el autor anónimo añade:
-Si un día el narrador callase, o si alguien lo hiciese callar, nadie puede decir lo que haría el océano.
Jean-Claude CArrière, El círculo de los mentirosos.
Ya tenemos todo listo para realizar mañana el taller de Narración Oral PARA PERSONAS CON MUCHO CUENTO, de 17 a 20h. en nuestro espacio curioso. Un encuentro alrededor del cuento. Hablaremos de su estructura, su preparación, del cuentista, de cuentos mínimos, maravillosos… Jugaremos con la palabra porque…
A veces la palabra es un juego y otras un fuego.
Una veces murmura y otras grita.
A veces calla y a veces canta,pero siempre baila.
Baila en el pecho y en los ojos,
chisporrotea en la mirada del otro, recorre los rincones interiores
hasta no poder más y brota.
Y cuando brota busca compañía, calor, complicidad y trato.
Tratar con la palabra es una fiesta.
Festejar la palabra es rendirse al fuego, acompañándonos.