Contamos cuentos porque nos gusta. Porque las palabras nos ayudan a sentirnos más cerca. Los contamos para emocionar a los que quieren escucharlos. Meterles dentro historias de cerca y lejos, argumentos que explican el origen de las cosas y otros que simplemente nos hacen reír y nos entretienen. Nos gusta contar y ver cómo enfrente alguien necesita que le cuenten. También nos encanta hacer reír. Llorar a veces. Contamos para sentirnos mejor, porque a nosotras también nos ayuda. Y cuando disfrutamos de sesiones de cuento como la de hoy con los amigos de El Telar de Asprodes Salamanca, donde todo son sonrisas y aplausos y palabras bonitas, entonces es cuando nos damos cuenta de que seguir contando, merece la pena.
GRACIAS
