El arte contemporáneo como experiencia educativa es un excelente recurso para ayudar a desarrollar la creatividad de los jóvenes y estimular su capacidad de percepción y auto- percepción. Realizar un taller como experiencia complementaria a la visita a un museo “supone un momento importante para la recepción y elaboración de conocimientos donde el joven tiene un papel activo y puede expresarse directamente a través del medio artístico y finalmente construir su identidad” (Francucci y Vassalli, 2005).
Los grupos de estudiantes que todos los miércoles descubren los misterios del DA2 con Unpuntocurioso son invitados a participar de forma directa en el proceso artístico. A medida que exploran los almacenes, los embalajes e incluso las propias obras de arte, van descifrando el papel del comisario, del director de un museo y también del artista. Joseph Beyus, uno de los principales artistas que unió arte y educación señaló en su tiempo “cada hombre es un artista”. Y no se equivocaba. Durante la visita los estudiantes descubren que su percepción ayuda a definir la obra, y que cada matiz la hace diferente de los ojos del resto.
Por eso, son invitados también a crear a través de la palabra, con una propuesta de construcción de microhistorias en la que dejen patentes las sensaciones, percepciones o ideas que ha despertado alguna obra del museo en sus mentes. Es una actividad sencilla pero ideal para entender el sentido del arte contemporáneo desde una perspectiva actual acorde a nuestros tiempos.
La visita final al museo les ayuda a conectar sus propias inquietudes o preguntas con la respuesta de los artistas, y quién sabe… Posiblemente alguno regrese a casa con ideas bullendo en la cabeza, ya sean artísticas o literarias.
Con ganas de arte, al fin y al cabo.
Rebeca Martín