Todo el mundo habla bien de ellas o de “ese” punto curioso que han conseguido convertir en habitual. Nacieron en octubre de 2013, con la decepción del cierre de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez y la ilusión de embarcarse en un proyecto nuevo, propio en el que se están dejando la piel y en el que confían ciegamente. En un año les han confiado trabajos: Cruz Roja España, Universidad de Salamanca, Ayuntamiento de Salamanca, Colegio José Luis Hidalgo de Torrelavega (Cantabria), Médicos sin Fronteras, Museo DA2 (Salamanca) o Fundación Mustakis (Santiago de Chile)…
Solo hay que verlas para saber que lo conseguirán. No pierdan de vista a Soraya Herráez y Rebeca Martín. Unpuntocurioso
.-Poco más de un año de vida y todo el mundo habla de Unpuntocurioso, como nació, como se gestó la idea de este proyecto
Nos conocimos trabajando en la Centro Internacional del Libro Infantil y Juvenil de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez en Salamanca. Ambas trabajamos varios años allí, y ante el cierre, nos planteamos que queríamos seguir haciendo el mismo trabajo, porque creemos en él y lo disfrutamos, así que simplemente cambiamos de espacio y nos lanzamos a emprender.
.- El cierre de la Fundación GSR dentro de la pérdida que supuso para Salamanca a vosotras os dio alas.
A nivel personal si, porque aprendes a disfrutar el trabajo para ti, a planificar, diseñar y ejecutar los proyectos con libertad y con la seguridad de hacerlo bien. A nivel profesional no tanto. Salamanca es una ciudad un poco clásica que vive de costumbres. Nos hemos encontrado con mucha gente con la que trabajábamos y solo nos dice “qué pena”, en lugar de apostar por cosas nuevas, y más si suponen presupuesto cuando antes eran gratuitas.
.- Un acierto para empezar el nombre, qué hace diferente a Un punto curioso de otras iniciativas de este tipo, qué os hace especiales.
La curiosidad, y la metodología. Hay un movimiento emergente que apuesta por la cultura en Salamanca representado por iniciativas privadas como La Salchichería, La Malhablada, incluso algunos bares que quieren dar cabida a todas las manifestaciones artísticas. Nosotras apostamos por la lectura como una más, y la llevamos por bandera en colegios, bares, centros culturales, espacios de arte… Incluso a la propia calle, el lugar donde empieza todo, como cuando hicimos “Cuentos desde la Ventana” o actuamos en la plaza Mayor.
.- Y exactamente y para los que no saben nada de esto a que se dedica Unpuntocurioso.
Somos promotoras de la lectura. Eso implica que, para animar a la gente a leer, contamos cuentos, hacemos talleres, impartimos cursos para padres, profesores y otros profesionales interesados en el tema, trabajamos con colectivos con necesidades diferentes, publicamos artículos, hacemos reseñas… pero por encima de todo, somos promotoras de la lectura.
.- Las dos sois profesionales con muchos años de experiencia y con un buen trabajo acreditado, a una le da la impresión de que hay mucho aficionado en este mundo, como lo vivís vosotras.
Nosotras nos preocupamos mucho de que nuestro trabajo tenga la calidad y la adecuación necesaria para el público al que se dirige. La Fundación Germán Sánchez Ruipérez fue una gran escuela, sin duda, y aprendimos a trabajar con todo tipo de público en todo tipo de situaciones, por eso sabemos qué ofrecer y cómo ofrecerlo. En ese sentido nuestro trabajo abarca mucho más que solo contar cuentos o hacer talleres alguna tarde a la semana. A ese nivel no tenemos referencias de que alguien haga el mismo trabajo en esta ciudad, a excepción de la FGSR.
.- Y están los tiempos para experimentos de este tipo o cuesta mucho arrancar y permanecer.
Cuesta mucho. Sobre todo porque se echa de menos un mínimo apoyo institucional, un empujón ya sea económico (subvenciones o ayudas) o simplemente de colaboración. Una apuesta por el emprendimiento. En la actualidad se podrían crear muchas redes, especialmente en el terreno cultural, entre la oferta oficial y la alternativa de Salamanca.
.- Hay profesores que se quejan de que los niños ahora no saben sostener un lapicero, ni pasar las páginas de un cuento.
Pues a lo mejor lo que tienen que hacer no es quejarse, sino cambiar esto. Acercarles más cuentos, animarles más a escribir. Y para eso necesitan ellos conocer más cuentos y más estrategias de lectoescritura. No vale con un plan anual a desarrollar en todo el centro, invitando a media hora de lectura como si fuera una clase de papagayos. Hay que sacar el cuento de su esquema y convertirlo en una herramienta para disfrutar, para aprender, para acceder a otros medios, para imaginar, para crear. Y ya lo ideal sería que los padres, que son el primer agente de lectura para el niño, supieran también cuáles son esos cuentos y esas estrategias, para leer en casa y complementar (o comenzar en muchos casos) la relación entre el niño y el cuento.
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