Íbamos a comenzar este artículo hablando sobre lo mal que lo hemos pasado luchando contra el sonido infernal de equipos más grandes y caros que el nuestro, contra los permisos que no llegan o los cambios de localización que no son nuestra responsabilidad, sino de la lluvia. Íbamos a hablaros de lo triste que es ver en los medios mencionados a un montón de artistas y propuestas y sentir que no aparece la nuestra, sin saber por qué. Pensábamos desahogarnos hablando de lo insignificantes que nos sentimos muchas veces y entonces llegáis vosotros, como siempre, y nos recordáis que “lo importante no es ser importante, sino dar importancia a aquellos que se preocupan por ti”.
Por eso olvidaros de lo que hemos escrito antes y disfrutad recordando con nosotras los fantásticos Cuentos Clandestinos que hemos compartido con todos vosotros a lo largo de estos cuatro días dentro del festival Fàcyl. Vamos a sonreír juntos pensando en esa dichosa máquina del tiempo de cartón, que no acaba de funcionar pero siempre sorprende.
Ayudarnos a que no se nos olvide lo bonito que estaba el Patio de la Casa de las Conchas, el Palacio de la Salina, el auditorio Elio de Nebrija o la Plaza de Anaya, llenos todos de cuentos que ya estaban ahí pero que nadie los había contado antes frente a ojos tan atentos. Decirle a los que se sienten importantes que muchos niños que no llegaban al año han disfrutado del festival tanto como sus padres.
Así no se nos olvida que lo importante sois vosotros y cómo os sumáis con facilidad a todas las ideas curiosas que planteamos porque sabéis que igual no somos muy conocidas pero tenemos emoción para compartir, cuentos para imaginar, tiempo para crecer y muchas ganas de seguir.
Muchas gracias a todos.
Sois increibles.
Rebeca Martín.
Artículo publicado en SalamancaRTValDía