“Yo no sé si escribir poesía niños es arte, oficio, divertimento o sinrazón.Pero sí sé que escribir poesía niños y niñas es algo extraño que procura momentos de gozo y livianas tensiones de orfebre de la palabra. Es algo que te regresa a edenes inmemoriales. Sientes que las piezas van encajando y poco a poco generan armonía de versos, eufonía de estrofas, concierto total”
(Antonio Rubio)
Hoy hemos tenido la suerte y el honor de haber conocido al escritor, al poeta, al maestro y al niño que es Antonio Rubio. El C.P. Carmen Martín Gaite (de Santa Marta de Tormes) nos ha invitado a encuentro.
A través de sus palabras y de sus versos juguetones, de la rima y el ritmo, del juego y de la música… nos ha llevado a todos los asistentes -grandes y pequeños- a lugares cargados de animales como el Arca de Noé; a disfrutar con la Luna Lunera; a conocer a Federico y a Federica; al herrerito… Cada palabra, sonido, rima ha provocado en nuestros rostros expectantes sensaciones de sorpresa, risa y fascinación.
Antonio Rubio a través de su obra recopila un folclore exquisito. Desde la sencillez endulza el oído de quien y de quien escucha haciendo de ese ejercicio poético con gran fuerza musical, un momento de placer lector para compartir.
ANTONIO RUBIO HERRERO (Toledo, 1953) Poeta y maestro, bibliófilo y amante del alfabeto, como él mismo se define. Compagina la docencia con su afición a la literatura.
Hoy nos despedimos con unos “Versos Vegetales” deliciosos los cinco sentidos:
El cuento
de la manzana.
Dura toda la semana.
El cuento
de la judía,
solo un día.
El de la mora,
una hora.
El del guisante,
un instante.
Y el de la granada,
nada.
(Versos vegetales. Antonio Rubio. Il. Teresa Novoa. Anaya, 2001)
