Contribución a la estadística

El 100% de las personas que se han encontrado con nosotras últimamente pueden confirmar que, cuando nos preguntan, “¿qué tal todo?” la respuesta siempre es “todo bien” acompañada de una sonrisa. Pero estamos facturando el 20% de lo que facturamos otros meses y tenemos el 50% de posibilidades, todos los días, de que las cosas vayan a mejor o vayan a peor. Apostamos siempre por la primera opción.

Ilustración de Kveta Pacovska

El  80% de las actividades que mantenemos son posibles gracias a apuestas personales y no institucionales. Al 20% restante les agradeceremos eternamente seguir ahí, ser el enlace entre el presupuesto que por sí solo no vale nada y las ganas de llegar a la gente, ofreciendo alternativas complicadas de organizar pero más necesarias que nunca.

Desde Julio del año 2020 el 100% de las actividades que realizamos han resultado seguras. Todas están relacionadas con la cultura. No sabemos mucho de estadística pero los números, si sirven de algo están ahí.

La que si sabe de estadística es Wislawa  Szymborska, una de nuestras poetas de referencia, y por eso despedimos esta reflexión con uno de sus poemas, CONTRIBUCIÓN A LA ESTADÍSTICA, y quizás a algún porcentaje significativo le haga reflexionar. Nunca se sabe.

De cada cien personas, las que todo lo saben mejor: cincuenta y dos,

las inseguras de cada paso: casi todo el resto,

las prontas a ayudar, siempre que no dure mucho: hasta cuarenta y nueve,

las buenas siempre, porque no pueden de otra forma: cuatro, o quizá cinco,

las dispuestas a admirar sin envidia: dieciocho,

las que viven continuamente angustiadas por algo o por alguien: setenta y siete,

las capaces de ser felices: como mucho, veintitantas,

las inofensivas de una en una, pero salvajes en grupo: más de la mitad seguro,

las crueles cuando las circunstancias obligan:

eso mejor no saberlo ni siquiera aproximadamente,

las sabias a posteriori: no muchas más que las sabias a priori,

las que de la vida no quieren nada más que cosas:

cuarenta, aunque quisiera equivocarme,

las encorvadas, doloridas y sin linterna en lo oscuro: ochenta y tres,

tarde o temprano,  las dignas de compasión: noventa y nueve,

las mortales: cien de cien.

Cifra que por ahora no sufre ningún cambio.

Feliz domingo, 

Rebeca Martín