Un lobo dentro
Pedro Mañas
Ed. Nube de Tinta
Hacia tiempo que un libro juveil no me sobrecogía tanto como para olvidarme de dejar de leer hasta terminarlo. Lo devoré, como si llevara dentro el lobo del que habla el autor. Bueno, en realidad, todos los tenemos. La diferencia es el tiempo que dedicamos a alimentarlo.
Jacob es un niño como otro cualquiera con sus amigos y familia. Todo le va bien hasta que un desafortunado día elige reaccionar de una forma inesperada ante una situación que, en plena adolescencia, le sobrepasa. Ese punto de inflexión condicionará los días siguientes, las semanas y los meses, la relación con sus compañeros y con su familia porque decide, para protegerse, no hablar de ello. Sin saberlo, está alimentando al lobo que todos llevamos dentro, el que crece con los pensamientos negativos, con la rabia y con el odio. Cada palabra que se calla hace al animal más grande hasta que resulta inmenso, mucho más que el proio Jacob. Incontrolable.
Pedro Mañas -que pasa con nota el salto de literatura infantil a juvenil- es el autor de esta novela tan dura como necesaria sobre el acoso escolar desde todos los puntos de vista que componen una situación de este tipo ¿de dónde viene? ¿cuál fue el origen? ¿quién tiene la responsabilidad ¿podría haberse evitado? Tantas y tanas preguntas que se van resolviendo desde la soledad de Jacob y su diálgo consigo mismo, en reflexiones tan impactantes como esta:
“Ya no sabía si se metían conmigo por ser como era o si era así porque se metían conmigo”
Muchas emociones, mucho dolor y también mucha realidad en una historia que podría ser la de tu propio instituto, la de tu vecino de al lado o la del amigo al que dejaste de hablar porque cambió tanto… Estamos hechos de las historias que contamos y de las que no, y no podemos olvidarlo. Os recomiendo su lectura, de verdad. Y ya de paso, que no dejéis de seguir la linea editorial de Nube de Tinta porque he leído auténticas maravillas allí que nacieron ccon la vocación de ser historias cercanas que emocionan. Y lo consiguen.
Reseña escrita por Rebeca Martín