Una vaca, dos niños y trescientos ruiseñores
Ignacio Sanz
Ed. Edelvives
Vicente Huidobro conoció en Europa el canto del ruiseñor, un pájaro amante de la libertad y anunciador de la primavera. Desde entonces, soñó con llevar su canto a Chile para hacer realidad su sueño poético: poblar el cielo americano con esos pájaros de tan preciado canto. El poeta sabía que “Hay locuras que salvan al mundo de la vulgaridad y la rutina.”. Fue así como embarcó de vuelta a América con una vaca, dos niños y trescientos ruiseñores. Pero su plan no salió bien, y consumido por la fiebre creadora durante la travesía, ni los esfuerzos de sus hijos por evitar la pérdida ni las adversas condiciones climatológicas posibilitaron que los ruiseñores llegaran a tierras chilenas con vida. Al bajar del barco, los periodistas le preguntaron por el fracaso de su extravagante aventura: “la belleza nunca es extravagante”, respondió Vicente “y la poesía es el camino, igual que la lucha por la supervivencia de los pájaros”.
Una historia extraordinaria que fue galardonada con el Premio de Literatura Infantil Ala delta 2010 y nos lleva de viaje por un mundo puro, imaginativo, a ratos absurdo pero lleno de posibilidades por explorar. Además habla sobre el poder de la infancia y su capacidad de no rendirse ante las adversidades. Si finalmente no consiguen el objetivo, no sienten el fracaso sino el orgullo de haberlo intentado. Una lección de vida que todos deberíamos leer.